A lo largo de un solo día nuestro cuerpo mental atiende muchos estímulos, ejecuta múltiples tareas, tanto consciente como inconscientemente. Tanta actividad, a menudo, afecta a nuestras emociones que a su vez también están en apertura y movimiento todo el tiempo. Hoy os propongo una simple práctica diaria del vaciado del mental-emocional, una simple liberación, que nos permite, a través de la escritura automática, liberar y ordenar el sistema de forma activa.
Es fundamental que al llevarla a cabo, escojamos un momento del día que tengamos intimidad y silencio, para sentir la libertad de expresarnos, aunque dispongamos de minutos. Permitirnos hacer este vaciado del mental-emocional de forma escrita nos permite contribuir a liberar las emociones que nos impide gestionar de forma ligera y clara nuestro presente.
La podemos incluir en nuestra rutina a forma de hábito, aunque sean 2 minutos al día, así todo nuestro sistema se acomoda a drenar aquellas sensaciones, emociones que nos impiden sentir claridad y perspectiva.
También puedes ponerla en práctica cada vez que sientas que la emoción de rabia, tristeza, impotencia, enojo… te incomoda, que lo que sientes necesitas liberarlo.
Práctica de simple liberación
- Toma una hoja de papel y lápiz, bebe agua, y realiza un par de respiraciones con el chin mudra(imagen inferior).
- Empieza a escribir de manera fluida todo aquello que sientas que ha quedado bloqueado en ti( rabia, tristeza, ira, pena, inquietud, etc.) Toma la emoción más evidente y escribe hasta sentir que todo está en el papel.
- Al sentir el vacío de esa emoción, es el momento de romper la(s) hoja(s) de papel sin leerlas, y las tiras a reciclar.
Ahora que ya has drenado esa emoción, ese malestar, cierra los ojos, respira libremente y observa cómo te sientes. Descansa por unos minutos.
Te animo a incluir esta simple práctica en tu día a día para experimentar ese espacio íntimo como hábito de autocuidado, participando de forma activa de tu bienestar.